¿Qué es una patente?
Las patentes protegen las invenciones. Una patente otorga al titular o propietario el derecho a impedir que otros exploten la invención durante un periodo de tiempo determinado, que suele ser de 20 años en la mayoría de legislaciones.
¿Por qué es importante protegerse con patentes?
Todas las empresas e instituciones necesitan proteger el valor de sus activos inmateriales, y una patente cubre exactamente esta necesidad. Las patentes disuaden a los competidores de copiar un nuevo producto o procedimiento y pueden otorgar una ventaja comercial fundamental, ya que impiden que otras empresas entren al mercado y permiten ganar tiempo para rentabilizar los gastos de investigación y desarrollo. Además, el dueño de una patente disfruta de otros derechos de explotación económica, como la posibildad de venderla o de conceder una licencia de explotación a cambio de regalías. Una patente puede servir, incluso, como garantía para obtener un préstamo.
¿Qué se puede patentar?
Una invención patentable es una nueva solución a un problema. Puede consistir en un producto, un sistema, un método o procedimiento, o incluso en un nuevo uso para un producto ya conocido. La invención debe ser nueva y presentar actividad inventiva (o, en la terminología anglosajona, debe ser «no obvia»), comparada con lo que ya se conoce. Es fundamental que la solicitud de patente se presente antes de divulgar públicamente la invención.
¿Cómo patento mi invento?
Las patentes son derechos que nacen cuando son registrados. Para obtener una patente española, o una patente europea de un invento realizado en España, la solicitud se debe presentar en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Las solicitudes de patente en Reino Unido se presentan ante su Oficina de Propiedad Intelectual correspondiente (UKIPO), y así en cada país o región de países.
Una solicitud de patente es un documento complejo, que requiere una descripción detallada de la invención y un conjunto de reivindicaciones jurídicas que definan la protección que se pretende obtener. La redacción elegida para las reivindicaciones es esencial para garantizar que la patente resultante sea sólida y tenga valor comercial. La Oficina correspondiente realizará una búsqueda para verificar si la invención es nueva y si tiene actividad inventiva. En caso afirmativo, la Oficina concederá una patente en el territorio de dicho país.
Es importante tener en cuenta que la estrategia para proteger una invención mediante patentes no termina en un sólo país. Para la protección en Europa, es posible acudir a la Oficina Europea de Patentes: varios países europeos permiten que la concesión sea única y válida para todos ellos, mientras que otros requieren una validación y traducción de la patente europea como paso final. Del mismo modo, el Tratado de Cooperación en materia de Patentes permite al solicitante presentar una única solicitud internacional en la que se designan varios países de todo el mundo. La solicitud internacional puede convertirse en solicitudes nacionales mediante su presentación en los países en los que finalmente se requiera protección. ¿Te preguntas por dónde comenzar para patentar tu invento? Déjate ayudar por nuestro equipo de abogados y agentes de patentes.
¿Cómo se hacen valer los derechos otorgados por una patente?
Para defender tus derechos sobre una patente, es necesario averiguar si existe otra patente que deba ser impugnada en la oficina de diseños competente, y si es posible llegar a un acuerdo mediante negociaciones directas o con un representante legal. De lo contrario, deberás hacer valer la patente ante los tribunales del país o países que correspondan. Los tribunales están facultados para dictar mandamientos judiciales con el fin de detener los actos infractores, así como para conceder las indemnizaciones por los daños y perjuicios correspondientes.