Estudié Física en la universidad y siempre he disfrutado con el aprendizaje de nuevas áreas de la ciencia y sus aplicaciones a las tecnologías del mundo real. Por eso, ser agente de patentes me pareció una forma estupenda de seguir aprendiendo sobre innovaciones y cambios en la tecnología, a la vez que me permitía trabajar con clientes para ayudarles a proteger sus invenciones.